miércoles, 23 de septiembre de 2015

QUIERO

Mi corazón enmudece
frente a este rostro cansado,
frente al silencio que crece
por los gritos del pasado.
Quiero calmar la violencia
que provoca este escándalo
del amor que sumergido
en dolor ha regresado.
Quiero creer en lo tierno
que vive aún a mi lado
en los cientos de momentos
construidos y deseados.
Quiero creer en la vida
que el amor ha despertado
y que ha visto a esta niña
crecer intentando tanto.
Quiero creer que me miro
y que al mirarme renazco
colmándome de lo dulce
que es saberse ya sanado.
Quiero comenzar sabiendo
que volver a intentarlo
es no hacerle caso al miedo
y es descansar en lo alto.
Es sentir que voy dejando
lo viejo que me ha dañado
y es creer por sobretodo
en lo nuevo que ha llegado.

Lorena Fernandez. Reflexiones 2011

lunes, 21 de septiembre de 2015

VIOLETA

Yo soy tu violeta, creada por tus manos
creatura así me siento, en tu jardín sagrado.
Pequeña entre tantas, distinta y semejante
única e importante ante mi Creador.
Particular por mis dones, violeta quisiste hacerme
simple, bañada en misterio y ausente de otro color.
La magia de tu sol hace que exhiba a mi belleza
y por la noche latente velando estoy por tu Amor.
Las brisas de primavera suelen acariciar a mi alma
renovando mis perfumes con el encanto del don.
Las lluvias de los veranos suelen saciar mi sed honda
de esperanza por los frutos que la vida engendró.
Y el otoño me desnuda, me enamora, me entristece
y su encanto me aventura pero pronto desvanece.
En cambio el viento fuerte me asusta cuando pretende
violento de mis raíces arrancarme, desprenderme…
El invierno es el tiempo en que mi amor se te entrega
y pienso en la primavera que llegará de tu mano.
Fuerte, audaz y valiente me siento cuando amanece
Y así mis pétalos se abren al recibir tu calor.
Mi debilidad es tu fuerza que a cada instante sostiene
la vida misma que ofrezco todos los atardeceres.
El rocío me prepara para esperar a la noche
y mis pétalos se cierran para sentir ese roce.
La oscuridad y el silencio contemplan a tu violeta
y mi pequeñez se entrega abandonada a tu Amor.

Dedicado a la Vida, al Universo, a Dios o a lo que consideres que sostiene la magia Creadora!
Lorena Fernandez. Violeta y otras 1999

martes, 15 de septiembre de 2015

MILAGRO TRISTE


Un canto de paz, dolor y cansancio
fue a cerrar mis puertas y mis pies descalzos
pisaron las viejas sombras que anidaban
entre los despojos de amor y de calma.
Le miré sus ojos como miro el cielo
y ellos se llenaron de rocío y tiempo,
mi alma vacía y mi amor un témpano
llevaron mis ansias lejos con el viento.
Caminé con ella un nuevo camino
y junto a mis pasos un nuevo vacío,
se perdió el espacio y en mi mente el tiempo
la verdad nacía y no había regreso.
Mientras ella hablaba, yo escuchaba el eco
de vagas razones que apenas comprendo
y bajé mis ojos casi por respeto
y un silencio hondo me inundó el pecho.
Miró su pasado casi con desprecio,
rescató en el aire algunos momentos,
me miró y yo supe como así callarle
a los gritos tontos de su propio miedo.
Quizás era tarde para liberarse
sólo había un camino y no quiso verle,
es cierto que eso la llena de muertes
pero si lo elige ¿yo que puedo hacerle?
Le dejé mis pobres razones que duelen,
la verdad no es mala, solo hay que quererle,
le dije segura, para así mostrarle
que en ese camino yo estaría siempre.
La tarde caía y mi propia vida
se quedaba sola con su voz tardía,
apenas pensando le miré sus manos
y quedé en suspenso con dolor ahogado.
Mi vida corría como sangre y tinta
en los pensamientos de palabras dichas,
un milagro triste, podría llamarle...
al abrazo grande que me dio mi madre.


Dedicada a mi madre biológica.
Lorena Fernandez. Reflexiones 2011

lunes, 14 de septiembre de 2015

Díalogo II

¿Cómo no seguir esperando Soledad, tan callada
que me enredas el alma y a su amor sigo aliada?
¿Dónde dejo mi sombra que se pierde en su noche
y las lágrimas tímidas que en su lluvia se esconden?
¿Dónde dejo el cariño perdido sin reproches
y la callada urgencia que se contiene a golpes?
¿Dónde dejo el dolor de estas crudas pisadas
que me alejan de él y hasta suelo amarlas?
Porque aún me atrevo a amar la pequeñez de los días
presintiendo que al fin se le muere la vida
al amor verdadero que creí que él sentía.
Y es el fuego que roza mis profundas heridas
y me arrastra en tinieblas aceptando la huida...
Tú me quitas el miedo Soledad, tú me quitas
la maldita certeza que a mi alma empecina.
Tú también te me callas y te quedas inmóvil,
por caminos que invaden y otra vez no respondes.
Soledad, pero dime... no me hagas que implore
ya me ves que estoy sola, y otra vez no respondes...
¿Dónde dejo mi última flor?
Quiero despojarme toda, ya no tengo sosiego,
ya no tengo consuelo para calmar al amor...
Mi locura es el grito que jamás escuchaste
le haces caso a los fríos, testimonios que pesan...
No me lleves de vuelta al desierto sin precio,
comprende que he sufrido, abandono, desprecio...
que me han engañado los terribles deseos
de creer que de pronto descubrí que mis sueños
los podía hacer vida y llevar hasta el cielo.
No me pidas que calle al amor que no ha muerto,
tú comprendes que triste se me muestra el silencio,
es agonía fría que se instala en mis huesos
y caigo en los abismos y olvido que estoy viva,
y olvido las razones y me vuelvo cautiva
de tantas sensaciones, de tantas despedidas..
La diferencia es una y es..."que estoy amando"
aunque vuelvo a ser tuya y tu sigues siendo mía.
Soledad de mi vida... ¡QUE NO MUERA ESTE AMOR!

domingo, 13 de septiembre de 2015

Díalogo I _ Lorena Fernandez

¿Cómo no esperar las lluvias que me llenan de calma?
En la gris esperanza quiero crecer un poco...
¿Cómo ver que de pronto me devuelvo a la nada
Y ni siquiera puedo entregarte mi paz?
¿Cómo esperar mis besos que se fueron volando
a un verano celoso que a los dos ha olvidado?
¿Cómo calmar la violencia de estas crudas palabras
que se esconden y fueron como mil puñaladas?
Y veo tu camisa empapada de risas,
Y mis brazos cansados de tantos desengaños.
Se hace extraño el silencio cuando el alma se inquieta,
soy la misma mujer que agachó la cabeza,
y se fue caminado con tu mirada presa,
que persigue las sombras de las viejas certezas.
¿Dónde dejo mi canto enamorado?
¿Dónde dejo tus ojos? ¿Dónde dejo tus labios?
Si la vida se agita y el amor se hace daño.
¿Dónde pinto las flores? ¿Dónde pongo las manos?
¿Dónde están tus temores y tus sueños y tus pasos?
¿Cómo esperar la angustia que brotó a mi lado
y se escapó a mis ojos que te vieron llorando?
Y se fue tu cariño y quedó mi cansancio.
¿Cómo esperar que el cielo junte al amor derramado?
¡Si te has quedado ciego y se han vuelto torpes mis manos!
Y se han echado a volar los encuentros amados,
y se arrastran los días y la muerte se anima
y amenaza a las aves que te siguen buscando.
Pequeñitas criaturas... que rechazan al duelo
del amor que me ha hecho renacer las ternuras...
No me he quedado sola tengo una compañera,
que sonríe y aprieta, que seduce y enseña,
que es pregunta y es respuesta y oscuridad infinita.
Soledad de mi vida... ¿DÓNDE DEJO ESTE AMOR?

martes, 8 de septiembre de 2015

Mi mensaje para esta semana

Al que envidie mi pobreza,
 se la doy
Al que envidie mi hermosura,
se la doy
Al que envidie mi locura,
se la doy
y al que niegue mi cruz se la entrego...


Lorena Fernandez