¿Cómo no esperar las lluvias que me llenan de calma?
En la gris esperanza quiero crecer un poco...
¿Cómo ver que de pronto me devuelvo a la nada
Y ni siquiera puedo entregarte mi paz?
¿Cómo esperar mis besos que se fueron volando
a un verano celoso que a los dos ha olvidado?
¿Cómo calmar la violencia de estas crudas palabras
que se esconden y fueron como mil puñaladas?
Y veo tu camisa empapada de risas,
Y mis brazos cansados de tantos desengaños.
Se hace extraño el silencio cuando el alma se inquieta,
soy la misma mujer que agachó la cabeza,
y se fue caminado con tu mirada presa,
que persigue las sombras de las viejas certezas.
¿Dónde dejo mi canto enamorado?
¿Dónde dejo tus ojos? ¿Dónde dejo tus labios?
Si la vida se agita y el amor se hace daño.
¿Dónde pinto las flores? ¿Dónde pongo las manos?
¿Dónde están tus temores y tus sueños y tus pasos?
¿Cómo esperar la angustia que brotó a mi lado
y se escapó a mis ojos que te vieron llorando?
Y se fue tu cariño y quedó mi cansancio.
¿Cómo esperar que el cielo junte al amor derramado?
¡Si te has quedado ciego y se han vuelto torpes mis manos!
Y se han echado a volar los encuentros amados,
y se arrastran los días y la muerte se anima
y amenaza a las aves que te siguen buscando.
Pequeñitas criaturas... que rechazan al duelo
del amor que me ha hecho renacer las ternuras...
No me he quedado sola tengo una compañera,
que sonríe y aprieta, que seduce y enseña,
que es pregunta y es respuesta y oscuridad infinita.
Soledad de mi vida... ¿DÓNDE DEJO ESTE AMOR?
Amiga, es precioso, me ha encantado aún con ese componente de melancólica tristeza. Un beso muy fuerte Lorena.
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