Los
entierros me dejaron sin palabras
quizás
pueda superar el triste miedo,
caminar
sin pensar en lo que amaba
y cargar
con mi dolor en el silencio.
Mi mirada
se detiene nuevamente
percibiendo
al perfume del misterio,
los
fantasmas se han bebido sin saberle
el
desquicio que vivió mi propio tiempo.
Sin querer
vuelven hoy mis pies sangrados
a pisar
entre piedras que se encarnan
y el
olvido que se instala como un clavo
en lo
hondo de mis dulces esperanzas.
no
distinguen en el barro mis pisadas
y aunque
es firme la intención de mi camino
ya mis
fuerzas no responden a mis ansias.
Perturbada
por vacíos, por ausencias
y cegada
por las noches que nacían
me
pregunto ¿Llegara el nuevo día
para
renacer de nuevo en el alma?
Es la pura
soledad la que me ahoga
quiera
Dios que cobre al fin sentido
y que el
frío que me abraza haya oído
que mis
flores se murieron deshojadas.
Yo sé
bien que me tiene amenazada
esa muerte
que no sé de donde vino,
y el miedo
que me deja sin sentido
para caer
de nuevo, en sus garras.
¿Cómo
seguir con este mi camino?
¿Cómo
volver a ser, sí mi esperanza
fue
construida sin querer sobre las flores
que
cubrían débilmente mi vacío?
Y yo
buscándole algún sentido
me
encuentro con las manos destrozadas
ya no sé,
si será este el camino
velar
sobre el vacío y tener calma.
Cansancio
sienten ya los ojos míos,
tristeza
que mi corazón derrama,
perdida
hoy descubro mi delirio
debilidad
de pétalos, volaban...
Y yo
pisando el frío de las piedras
tratando
de esperar una mañana,
que me
diera la luz que necesito
para
iluminar a las sombras que me claman.
No puedo
regresar, todas mis lagrimas
debieran
de tener algún motivo
para regar
el suelo suspendido
que al
dolor despierta en mis plantas...
Necesito
creer en mi osadía
yo
ofreceré mis pies, mi pobre alma
mis manos
que inútiles parecen
y mi
callada urgencia de esperanza.
El
amanecer velara sobre mi eco
secretamente
llegara a mis entrañas,
yo seré
fiel en el temible silencio
porque
solo en su voz mi alma se ampara.
Lorena Fernandez. Volviendo a mi. 2002
Ilustración: © A L E X A N D E R • Y A K O V L E V
Cuando nos vemos cegadas por recuerdos, cuando solo negros pensamientos nos invaden, cuando ya nada nos consuela y solo la nada , el vacío cruel nos rodea, a pesar de todo eso hay un atisbo de esperanza , algo que nos rescate, algo que haga de nosotros un nuevo renacer.... Hermoso Lorea, conmueve y hace pensar...
ResponderEliminarMuy bueno, la pura soledad, después del dolor, soledad que cura si nos amigamos con ella.Cada día me amigo más con la soledad.Abrazo grande!
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