No sé... si ha
muerto mi niña
o camina sin
regreso a los entierros
sus ojos solo
hablan de cansancios,
su voz solo
descansa en el silencio.
El arte de
mirarse y detenerse
en sus desnudos
pies, sangrados secos
la llevan con
cuidado a los valles
aunque el mar no
deja de guardarle un sueño.
Su rostro, su
vestido y el camino
cambiaron sin
saber, su triste aspecto
y el corazón que
grita hoy muy fuerte
le dice que el
amor aun no ha muerto.
Aunque el camino
asuste por lo oscuro
de todos los
vacíos y conciertos,
y por su fiebre
crea que se fueron
esos fantasmas
tristes de lo incierto...
Sus manos aun
guardan los secretos
al ver como el
amor se purifica,
es cierto que
dolor implica
confiarlas,
ocultando el miedo.
Y a veces cuando
llegan las espinas
hundiéndose en
ellas muy adentro
parece que sus
manos aun sintiendo
no pudieras
volver a ser las mismas.
Las mismas que se
abren aun heridas
cuando resuena el
eco del reencuentro
y vuelven a
confiarse a la vida
para gritarle al
amor que no se ha muerto.
Que pudieron sin
querer negarle,
que llenaron a mi
niña de tormentos,
pero el cielo que
de noches la ha envuelto
ha querido, un
amanecer brindarle.
Renacida con
verdades que brillaban
en la aurora de
sus propias realidades
le han devuelto
poco a poco esos sueños
que han nacido en
lo triste de sus tardes.
Todavía necesita
contemplarle
al sol tibio que
disipara los miedos
las angustias que
de a poco entorpecieron
a sus ojos que
creyeron aún cegados.
Y en la pura
soledad de los entierros,
la nostalgia se
ha vestido de dulzura
y la paz deja a
mi niña sin censura
para hablar de su
verdad al mismo cielo...
Levantada de sus
propias tempestades
el milagro la
despierta de lo incierto...
y aunque es crudo
el frío de este invierno
su amor ha de
ser, todo sustento...
Para comenzar de
nuevo con sus flores,
para contemplar
lo bello de lo nuevo
y abrazar a la
esperanza que creía
que se iba con
sus madres sin regreso;
A vivir en los
entierros que nacían
y dejaban a su
amor como a un huérfano
desterrado de
caricias y alegrías
pisoteando ya lo
digno que se ha vuelto...
Quizás tenga que
mirar atrás un día
pero todo sanará,
porque ya es tiempo
de volver a abrir
sus manos a la vida
y creer en el
amor que es verdadero.
.
Lorena Fernandez_ Reflexiones 2011.
Magnifico Lorena
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